Para una amiga de siempre

El cariño hacia las amigas de la infancia se guarda en un lugar muy especial del corazón, al menos eso creo yo.
Son amigas que aunque pasen muchos, muchos años, y aunque no nos veamos todo lo que debieramos, siempre están ahí. Y eso somos nosotras, amigas de siempre.
Una coca-cola, un café o una cena con amigos, dá igual, siempre es un placer vernos, reirnos o animarnos mutuamente. Gracias a las nuevas tecnologías que nos han vuelto a unir, podemos disfrutar de encontrarnos cuando nos es posible dentro de la ajetreada vida que llevamos de trabajos, casas y niños.

Este es un regalo en concreto para una de estas amigas. Es un pequeño bolsito muy cómodo, de los que a mí me gustan. Está confeccionado en tela vaquera y tomando como referencia una foto, le he puesto una aplicación de patchwork que nos representa de alguna manera a nosotras. Un pequeño corazón cuelga de la hebilla con las iniciales de mi amiga. Y está forrado con una tela de angelitos que me encanta. Creo que les gustó a todas cuando se lo dimos el otro día en su casa, y espero que ella en particular lo disfrute mucho.

Como decía la tarjeta, "Cuando nos necesites danos un silbidito", ya sabes.