¡Lo que me divierte trastear en una tarde lluviosa de otoño!, y como mi mayor defecto es la impaciencia, me gusta empezar algo y terminarlo ¡ya!, pues lo mejor es tunear algo. Modificarlo para que parezca otra cosa, nuevo o no, pero distinto.
Compré el invierno pasado unos guantes en una famosísima tienda de deportes por 1€. Si, tirados de precio, cómodos y calentitos pero el truco era que solo tenían la talla XL. ¡Pues yo me los llevo, total no me quedan tan grandes....!
Dos veces me los puse, y se me caían, jejeje. Lo que no puede ser, no puede ser.
Teniendo un rato para trastear, le metí a las costuras, ¡madre mía vale más el apaño que los guantes, pero no desisto! Y ahora... ¿y si le pongo un trozo de piel de "leopardo" que me sobró de un cojín? Manos a la obra, un lacito, un corazón.... Pues no queda mal... Bueno ¡guantes nuevos! ¿cuantas veces me los pondré este invierno? yo creo que alguna más, jejeje
¿Qué os parece?
Hola Pilar. me ha parecido genial la idea, quedó monísimo. Con tu permiso, copiaré la idea. Gracias por compartirla.
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